El queso es un producto agroalimentario fundamental en la tradición gastronómica de Canarias, que ha convertido a las islas en la región española con mayor consumo por habitante y producción, existiendo al menos un tipo de queso por isla.
La ubicación estratégica de las islas ha dado lugar a infinidad de microclimas que han contribuido a la biodiversidad del Archipiélago. Las plantas endémicas también influyen en la singularidad de nuestros quesos, ya que muchas de ellas forman parte de la dieta del ganado, transmitiéndose a los quesos y dándoles matices de olores y sabores únicos.
Para la elaboración de sus quesos, Canarias cuenta con excelentes razas autóctonas, principalmente de ganado caprino, que se caracteriza por la extraordinaria calidad de su leche, sus beneficios para la salud y por el hecho de que la cabaña canaria está libre de una enfermedad denominada Fiebres de Malta.
Tanto en la elaboración de quesos artesanos con leche cruda, como en las modernas industrias queseras, se respetan los procesos tradicionales, transmitidos de padres a hijos.
Desde hace años, se han realizado con éxito importantes esfuerzos, tanto por parte de los productores como de las Administraciones Públicas, para dar a conocer los quesos canarios en el panorama nacional e internacional, logrando que se hayan reconocido por la Unión Europea las Denominaciones de Origen Protegidas “Queso Majorero”, de la isla de Fuerteventura; “Queso Palmero”, de la isla de La Palma, y “Flor de Guía, de Media Flor y Queso de Guía” del Noreste de Gran Canaria, además de un sinfín de premios en los diversos certámenes, con especial relevancia en los internacionales, en los que los quesos canarios han estado presentes.