Son de sobra conocidas las propiedades saludables de la miel, un alimento que requiere de poca presentación en lo que a calidad se refiere.
Las mieles producidas en Canarias tienen como principal sello de identidad la aportación de la flora endémica del Archipiélago, lo que da lugar a unas variedades con singulares características organolépticas. Tal es el caso de la miel de Retama del Teide, una variedad especialmente apreciada que se produce a partir del néctar de la especie endémica que está presente en el área del Parque Nacional de Las Cañadas de El Teide.
Además del factor que supone la flora autóctona, cabe destacar que las islas cuentan con una subespecie exclusiva, la Abeja Negra Canaria, una joya de la biodiversidad que se ha adaptado a las particularidades del clima y floración locales.