Esta receta de la Guía Repsol no te dejará indiferente.
Ingredientes
1 calamar mediano (300 g ya limpio)
1 cebolla pequeña en lonchitas
1 chile jalapeño o un ají amarillo pequeño, según gustos
1 diente de ajo partido por la mitad
1 kg largo de mejillone
s2-3 rebanadas de pan blanco
300 g de chufas4 cucharadas de aceite
50 g de café arábiga de Costa Rica o Colombia de tueste natural
Preparación
Lavar las chufas y colocarlas 24 horas antes del momento de hacer el plato en un cuenco al que se añadirá el café ya frío o templado para que se remojen y perfumen y, si fuera necesario, añadir agua hervida para que queden justo cubiertas. En tiempo muy cálido, conservar en frigorífico para evitar la fermentación. Preparar el café con 250 ml de agua casi hirviendo y el grano recién molido o ya molido.
Triturar las chufas con la cantidad del café del remojo necesaria para extraer toda la horchata color café muy densa que se pueda en una muñequilla prensada lo máximo posible –entre dos tablas, con una prensa, retorciendo con las manos–. Reservar.
En un cazo salsero calentar 3 cucharadas del aceite y freír el pan. Retirar al mortero. En el aceite que sobre sofreír la cebolla junto con el ajo reservado picado. Verter encima el caldo de los mejillones y el pan frito machacado en el mortero. Mientras se hace la salsa, cortar el cuerpo del calamar en tiritas muy finas en sentido longitudinal. Reservar. El resto del calamar se puede añadir a la sartén, con los mejillones, o guardar para otro uso.
Pasar la salsa por un chino fino, calentar y probar de sal. Estará bien condimentada con el agua de los mejillones, quizá un poco salada, pero al añadir la horchata al gusto se equilibrará. Procurar que no llegue a hervir más, el café y la horchata perderían su aroma.
Saltear los calamares en una sartén muy caliente con la cucharada de aceite que queda y la guindilla fresca en lonchitas. Repartirlos entre cuatro platos. En los bordes colocar 3 mejillones con concha y en el centro unos cuantos ya sin concha. En el momento de servir, regar el plato con un poco de la salsa con horchata de café. Adornar con unos aritos de chile o guindilla finos y, si se quiere, con unos granos de café enteros o unos caramelos en forma y tamaño de granos de café.