- 150 g de Espinacas limpias
- 2 cs de Harina
- 0.5 l de Leche entera
- 50 g de Mantequilla
- Sal
- Nuez moscada
- 1 paquete de Láminas de lasaña
- 250 g de Salmón noruego en lomos
- 0.5 ud de Cebolla
- 2 cs de Tomate frito estilo casero
- 4 cs de Salsa bechamel clarita
- Queso parmesano rallado
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1.
Cortamos las espinacas en trocitos bien picados, rehogamos en una sartén con la mantequilla, añadimos la harina y tostamos un poco.
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2.
Incorporamos la leche lentamente haciendo una bechamel espesa, volcamos sobre una fuente y dejamos enfriar.
PARA LA LASAÑA
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1.
Ponemos la pasta en una olla con agua caliente unos 10 minutos para que se reblandezca, escurrimos y secamos luego dejando las placas sobre un paño para eliminar el agua.
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2.
En una fuente de horno, extendemos las cucharadas de tomate frito casero para que no se pegue la pasta y encima colocamos las placas de lasaña.
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3.
Encima de la pasta, echamos la mitad de la crema de espinacas y, sobre ella, otra capa de placas de lasaña.
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4.
Cortamos el salmón en filetes de 1 cm de grosor y lo colocamos en crudo sobre la pasta.
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5.
Pochamos la cebolla hasta que se ponga transparente y esparcimos el salmón, cubriendo con otra capa de placas de lasaña.
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6.
Cubrimos con el resto de la pasta de espinacas primero, encima, con la bechamel clarita y espolvoreamos con queso rallado.
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7.
Precalentamos el horno a 180ºC y cuando esté caliente, metemos la bandeja y horneamos 25 minutos a 180ºC, con calor arriba y abajo.
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8.
Gratinamos para darle un acabado tostado, vigilando para que el queso no se queme, sacamos del horno y servimos.