Ingredientes
500 g. de harina de trigo de todo uso
125 g. de azúcar blanquilla
2 huevos M
100 ml. de aceite de oliva virgen extra suave
100 ml. de leche entera
Ralladura de un limón
1 cdita. de anís grano molido
8 g. de levadura química en polvo
Piel de un limón y de una naranja
Aceite de girasol para freír
Azúcar blanquilla para decorar
Cómo preparar unos huesillos extremeños.
Son una receta dulce propio de la zona de Extremadura que se preparan desde Todos los Santos, pasando por Carnaval hasta Semana Santa.
Se trata de una receta muy antigua que nos recuerda a las rosquillas por el tipo de masa. Como indica su nombre, a este dulce se le da forma de hueso, huesillo. Formando un cilindro de unos 12-15 cm. que luego crecerá durante la fritura abriéndose ligeramente hasta parecerse a un hueso.
Es una masa muy sabrosa que ni queda seca ni demasiado dura después de su paso por el aceite. Es importante que regulemos adecuadamente la temperatura de la fritura. Debemos cocinarlos a fuego medio para conseguir un interior perfecto y una costra exterior durita.
Se trata de una muestra más del extensísimo repertorio que tenemos en nuestro país de dulces dedicados a la sartén. Rosquillas, los clásicos borrachuelos malagueños, los tradicionales roscos fritos o los gañotes de Ubrique.
Son muchas otras recetas y muy variadas que podemos encontrar a lo largo de toda la geografía española. Y aunque existen muchas similitudes entre ellas, las sutiles diferencias hacen de esta receta una de mis preferidas.
Preparación de los huesillos extremeños
En una sartén calentamos el aceite de oliva con una tira de piel de naranja y otra de limón. Dejamos que se frían las pieles durante 2 o 3 minutos y apagamos el fuego. Entibiamos el aceite antes de continuar con el proceso.
En un bol mezclamos los huevos, el aceite, la leche, el azúcar y el anís. Batimos bien. Añadimos la harina, la levadura y la ralladura de limón. Con la ayuda de un tenedor, comenzamos a integrar los ingredientes.
Volcamos la masa sobre una superficie de trabajo. Comenzamos a amasar hasta que formemos una masa homogénea.
Fritura y presentación final de los huesillos extremeños
Mientras calentamos abundante aceite para freír, yo utilizo girasol, en una cazuela de paredes altas, hacemos porciones de unos 25 gramos. Nos facilitará el trabajo untarnos las manos con una pizca de aceite para darles la forma característica de cilindro de unos 15 cm.
Cuando tengamos el aceite caliente, vamos incorporando los huesillos al aceite. Freímos los huesillos a temperatura no demasiado alta. Así nos aseguramos que se hagan por el interior. En mi placa de inducción he freído los huesillos o rosquillas poniéndolas al 6 (en nuestra placa de inducción, a la mitad) en todo momento.
Una vez que tenemos los huesillos fritos los retiramos a una bandeja con papel absorbente para retirarles el exceso de aceite. Por último, los pasamos a un bol con azúcar para rebozarlos.
Se trata de un dulce muy sabroso perfecto. Tanto para disfrutar como postre como para acompañar a un cafecito en la merienda. Huesillos esponjosos y crujientes a la vez que estoy seguro que os encantarán.