Tiempo de preparación: 15 minutos. Dificultad: Muy fácil. Coste: Económico. Comensales: 4
Ingredientes
200 mililitros de zumo de limón (3 limones grandes o seis medianos).
La ralladura de un limón grande.
4 huevos.
Azúcar (110 gramos).
Mantequilla (60 gramos).
Un poco de sal.
Elaboración
Ralla la cáscara del limón por la parte más fina del rallador. Evita rallar la parte blanca porque amarga. Exprime el zumo de los limones y reserva.Pon a calentar una cazuela con agua.Utiliza un recipiente que soporte el calor. Añade 3 huevos, la yema del cuarto y el azúcar. Ve batiendo a mano poco a poco para que la mezcla sea homogénea.Es el momento de incorporar un poco de sal y el zumo de limón. Mezcla de nuevo y pon el recipiente dentro de la cazuela con agua para terminar la preparación al baño María. Es aconsejable mover con una cuchara de madera durante unos cinco minutos hasta que empiece a espesar.Retira el recipiente del baño María y añade la mantequilla y la ralladura de limón. Sigue mezclando muy bien hasta lograr una crema sin grumos.Deja enfriar esta preparación antes de degustarla o de usarla de la forma que prefieras.
Truco final para recetas de repostería inglesa
Como es lógico, en el sabor final incide la calidad de los limones utilizados y la paciencia que se tenga para darle textura a la crema. En lo que respecta a usarla como relleno dependerá de tu atrevimiento con los maridajes que puedas inventar con todo tipo de ingredientes.
Quizá sería interesante probarla tal cual y luego comenzar a experimentar con otro tipo de soportes. Piensa que te resultará muy sencillo enriquecer cualquier tipo de tarta o dulce con un poco de crema de limón y una manga pastelera. Todo sea por incorporar a tu recetario de repostería una crema tan famosa como deliciosa que gusta a todo tipo de personas. De ti depende darle una pincelada británica a la preparación de tus postres.
El nivel de espesor de la crema lo marca la temperatura del agua del baño María y el tiempo que mantengas la mezcla al calor. Recuerda que al enfriarse cambia la textura, por lo que se te recomienda impedir que el agua llegue a hervir para que te sea más fácil obtener un óptimo resultado en tus recetas de repostería.