El proceso, tal como te comentaba puede considerarse un poco complejo; no obstante, verás que haciendo todo con calma quedarán perfectos.
Todo consiste en hacer una bechamel espesa y freír huevos de codorniz que serán envueltos en ella para posteriormente empanizar y freír. El resultado es una especie de “filete” rebozado con superficie crujiente y un interior jugoso gracias a los huevos. Da un vistazo a los ingredientes y anímate a seguir este completo paso a paso.
Estos son los ingredientes que necesitas para los huevos fritos a la villaroy
Necesitas:
8 huevos de codorniz,
un huevo,
200 gramos de pan rallado,
una pizca de sal,
½ litro de aceite.
Para la bechamel:
un litro de leche,
60 gramos de mantequilla,
60 gramos de harina, una
pizca de sal.
Comienza por preparar la salsa
El primer paso es hacer la salsa bechamel, la cual servirá para cumplir la misión de cubrir los huevos, tal como lo hace la villaroy.
Coloca en una cacerola la mantequilla y llévala al fuego. En el momento en que comience a derretirse, añade la harina y deja que se cocine para eliminar el sabor a crudo. Básicamente, el procedimiento es muy parecido al que sigues en una bechamel para croquetas.
Para poder tener unos huevos fritos a la villaroy, la consistencia de la salsa debe ser más gruesa. Por esta razón, utiliza la cantidad de ingredientes que te he señalado y espera el tiempo preciso hasta que notes que está verdaderamente cremosa.
En el momento en que la harina se esté cocinando, comienza a añadir la leche de forma gradual mientras vas removiendo para evitar la formación de grumos. Añade un poco de sal y cocina hasta obtener la consistencia perfecta.
Prepara la ‘cama’ para envolver los huevos fritos a la villaroy
Al tener la bechamel con la consistencia deseada, retírala del fuego y extiende un trozo de papel film sobre una fuente o bandeja.
Sobre el papel film, coloca ocho porciones de bechamel y aplánalas un poco para formar una especie de cama. Debes formar tantas “camas” sean necesarias según el número de huevos de codorniz que vayas a freír. Eso sí, debes tener en cuenta que tienes que apartar una parte de la bechamel para cubrirlos.
Fríe los huevos
El paso para freír los huevos debes darlo apenas termines de disponer las bases con la salsa para evitar que esta comience a cuajarse.
Fríe uno a uno los huevos de codorniz cuidando que las yemas no se rompan y al momento de freírlos deja las yemas sin solidificar por completo; de esta forma al cortar los huevos villaroy saldrá el líquido de una manera seductora y apetitosa.
Cubre los huevos por completo
Una vez que los huevos estén fritos, retíralos de la sartén y coloca uno a uno sobre la ‘cama’ de bechamel que tienes preparada.
Cuando termines de colocar los huevos en su totalidad, con una cuchara toma porciones de la bechamel y coloca sobre cada uno una capa. Este paso debes darlo con cuidado para evitar que la yema se rompa y termine regándose sobre la masa. Lo más complejo para lograr el éxito con esta receta, es precisamente lograr que la yema llegue intacta hasta el final aun cuando no debe estar completamente cuajada.
Empaniza los huevos
Mientras empanizas los huevos, ve calentando el aceite Foto: Pixabay© Proporcionado por Qué! Mientras empanizas los huevos, ve calentando el aceite
Al tener los huevos cubiertos completamente con la salsa, el siguiente paso es empanizarlos. Para esto, bate un huevo y viértelo en un plato, mientras que en otro debes colocar abundante pan rallado.
Toma con tus manos los huevos envueltos en la bechamel y procura darles forma de bola. Sé cuidadoso para no ejercer una fuerza excesiva que termine reventando la yema. Pasa cada bola por huevo y luego por pan rallado. Para un mejor resultado, repite este procedimiento.
Fríe los huevos a la villaroy y sírvelos
Vierte una cantidad abundante de aceite en una sartén profunda y llévala al fuego alto. El proceso de fritura es muy parecido al que debes seguir para freír croquetas de manera correcta.
Cuando estén dorados de forma pareja, retíralos del aceite y colócalos sobre papel absorbente para escurrir el exceso de grasa. Sírvelos acompañando una fresca y rica ensalada y sorprende a todos con su textura crujiente, cremosidad interior y sabor.
Esta receta puedes adaptarla y en lugar de utilizar los huevos fritos, puedes usarlos duros y presentarlos con una forma espectacular. Atrévete a probarlos.