Congelar alimentos es una excelente manera de ahorrar tiempo, reducir el desperdicio de comida y tener ingredientes a mano para preparar deliciosas comidas en cualquier momento. Si bien muchos estamos familiarizados con los alimentos básicos que se pueden congelar, como carnes, pescados y verduras, hay muchos otros que tal vez no sepas que también se pueden congelar. A continuación, te presentamos una lista de alimentos sorprendentes que puedes congelar y algunos consejos útiles para sacar el máximo provecho de tu congelador.



- Patatas de bolsa: Estas patatas deshidratadas son perfectas para congelar, ya que no quedarán empapadas al descongelarse. Además, puedes disfrutarlas directamente del congelador.
- Huevos: Sí, los huevos se pueden congelar, pero es importante descascararlos antes. Puedes congelarlos batidos o por separado en claras y yemas.
- Leche: La leche se puede congelar, pero evita descongelarla con calor directo. Asegúrate de dejar suficiente espacio en el envase para que se expanda al congelarse.
- Harina: Congelar la harina aumenta su vida útil. Guárdala en un recipiente hermético para evitar la humedad.
- Queso: Los quesos curados y semicurados se congelan muy bien. Puedes guardarlos en bloques o rallados. Ten en cuenta que los quesos suaves, como el Brie y el queso crema, no son aptos para la congelación.
- Puré de tomate: Siempre te sobra un poco de puré de tomate después de usarlo en una receta. Congélalo en porciones individuales para usarlo en futuros platos.
- Pesto: El pesto casero se puede congelar para usarlo más tarde. Colócalo en recipientes pequeños o en bandejas de cubitos de hielo para tener porciones individuales.
- Aguacate: Si te antoja guacamole pero no tienes aguacates frescos, el aguacate congelado puede ser una buena opción. Sin embargo, ten en cuenta que los aguacates descongelados no funcionan bien en ensaladas.
- Hummus: El hummus se puede congelar sin problemas. Prepara una gran cantidad y congélalo en porciones individuales para disfrutar de un aperitivo rápido en cualquier momento.
- Sopa: Congela la sopa en recipientes adecuados, asegurándote de calcular las porciones para evitar desperdiciar comida al descongelarla.
- Pasta: Si cocinas una gran cantidad de pasta, congélala para tener una comida rápida lista en otro momento. Asegúrate de cocinarla al dente para evitar que se vuelva blanda al descongelarla.
- Arroz: Al igual que la pasta, el arroz cocido se puede congelar y luego recalentar para disfrutarlo como guarnición en futuras comidas.
- Mazorcas de maíz: Puedes congelar las mazorcas de maíz directamente en el congelador o escaldarlas brevemente antes de congelarlas para mantener su sabor y textura.
- Cebolla troceada: Trocea y congela cebolla en porciones individuales para ahorrar tiempo en la cocina. Es un fantástico truco para tener cebolla lista para usar en cualquier receta.
- Puré de patata: Si necesitas un acompañamiento rápido, descongela un poco de puré de patata congelado y tendrás un plato listo en pocos minutos.
- Manteca de cacahuete: La manteca de cacahuete tiene una larga vida útil, pero si quieres prolongarla aún más, puedes congelarla en pequeñas porciones.
- Salsa agria: La consistencia de la salsa agria puede cambiar después de ser congelada, por lo que no es la mejor opción para usar en tacos u otros platos donde se requiera una textura específica. Sin embargo, aún puedes utilizarla para cocinar.
- Masa: Si te gusta hacer tus propias masas para pizza, empanadas o pasteles, puedes preparar una gran cantidad y congelarla en porciones individuales. Así tendrás masa lista para usar en cualquier momento.
- Tortitas y gofres: Prepara una gran cantidad de tortitas o gofres y congélalos en bolsas individuales. Así podrás disfrutar de un desayuno rápido y delicioso sin tener que hacer todo desde cero.
- Pan: Si tienes pan fresco y temes que se ponga duro antes de que puedas consumirlo, puedes congelarlo en rebanadas individuales. De esta manera, podrás sacar solo lo que necesites y mantener el resto en el congelador.
- Frutos secos: Los frutos secos pueden volverse rancios con el tiempo, pero puedes evitarlo congelándolos. Guárdalos en bolsas con cierre hermético y así se mantendrán frescos por más tiempo.
- Sándwiches y wraps: Si preparas sándwiches, wraps o burritos para llevar al trabajo o la escuela, puedes hacerlos con anticipación y congelarlos. De esta manera, tendrás comidas listas para llevar y ahorrarás tiempo por las mañanas.
- Mantequilla: Debido a su alto contenido de grasa, la mantequilla se congela muy bien. Puedes congelarla en pequeñas porciones o en un bloque y utilizarla cuando la necesites.
- Hierbas troceadas: Si tienes hierbas frescas que no quieres que se estropeen, puedes trocearlas y congelarlas en recipientes para cubitos de hielo. También puedes mezclarlas con aceite de oliva y congelarlas en pequeñas porciones para tener aderezos caseros listos para usar.
- Jengibre: El jengibre fresco se puede pelar, cortar en trozos pequeños y congelar. De esta manera, tendrás jengibre listo para rallar o usar en tus recetas sin que se eche a perder.
- Glaseado: Si te sobra glaseado después de decorar un pastel, puedes congelarlo para usarlo en futuros postres. Solo asegúrate de guardarlo en un recipiente hermético.
- Ajo: El ajo es un ingrediente esencial en muchas recetas, y congelarlo puede facilitar su uso en la cocina. Puedes pelar y picar el ajo, luego congelarlo en pequeñas porciones. De esta manera, siempre tendrás ajo fresco listo para usar sin tener que pelar y picar cada vez que lo necesites.
- Pollo desmenuzado: Si tienes sobras de pollo cocido, puedes desmenuzarlo y congelarlo. Esto te permitirá tener pollo listo para usar en ensaladas, sándwiches o cualquier otra receta que lo requiera.
- Espinacas: Las espinacas se pueden cocinar brevemente y luego congelar para su uso posterior. De esta manera, tendrás espinacas listas para agregar a platos como lasañas, sopas o salteados.
Recuerda que al congelar alimentos, es importante etiquetarlos con la fecha de congelación para asegurarte de utilizarlos dentro del tiempo recomendado. Además, asegúrate de utilizar recipientes adecuados o bolsas de congelación para mantener la calidad de los alimentos y evitar la aparición de quemaduras por congelación.
Con estos consejos, podrás aprovechar al máximo tu congelador y reducir el desperdicio de comida. ¡No dudes en experimentar con diferentes alimentos y descubrir nuevas formas de ahorrar tiempo y dinero en la cocina!