Si eres amante del café, debes saber que existen otros modos sencillos de elaborarlo sin máquinas específicas que no te llevarán demasiado tiempo. Son los siguientes:
Con el colador
1. Llenar una olla o una tetera con agua suficiente para la cantidad de café que se desee. Calentar el agua.
2. Echar el café molido (entre una y dos cucharadas, que equivale a 15-30 ml) en una taza y verter el agua caliente.
3. Dejar reposar tres minutos, remover, y volver a dejar reposar el mismo tiempo.
4. Colar en una taza el resultado, puedes usar un colador de té.
Con una olla
1. Colocar el agua en una olla pequeña y añadir las dos o tres cucharadas de café molido. Remover bien para que el café se hidrate bien.
2. Encender el fuego, mezclar ocasionalmente y esperar a que hierva. Dejar hervir dos minutos.
3. Verter el resultado en una taza. Puedes evitar tener que usar el colador si sirves el café lentamente; así la borra quedará pegada en las paredes de la olla.
Con el filtro
1. Calentar el agua en una olla o un calentador.2. Colocar el café molido en un filtro de café (puede adquirirse en el supermercado). Atar el filtro con un cordel o un hilo formando un paquete. 3. Colocar el filtro atado en una taza y verter el agua caliente encima. Dejar reposar 3 o 4 minutos. Si prefieres el café más o menos ligero, puedes dejarlo reposar más o menos tiempo.
Con una prensa francesa
1. Echar el café dentro de la prensa. Poner a calentar agua y verter en la prensa junto al café. 2. Dejar reposar entre 2 y 4 minutos, dependiendo del tamaño de la prensa.3. Sumergir el filtro y servir el café directamente.
También puedes usar café instantáneo o soluble. Sólo debes calentar agua y verter las cucharadas que te gusten, según si prefieres más el café intenso o suave.