¡Fácil y rápido! Hoy vamos a ver cómo preparar una exquisita receta con uno de los ingredientes marinos más elegantes y suaves: las tellinas.
Uno de los productos que más nos fascinan son nuestras tellinas o coquinas.
Si las compras congeladas vienen limpias y pasteurizadas, envasadas al vacío, listas para cocinar.
Si son frescas, es una materia prima es de calidad, no necesita demasiada cocción para deslumbrar en la mesa. Esta afirmación es fácilmente demostrable con los mariscos, que no necesitan más que un hervido o un asado a la plancha para impresionar.
Y es que este bivalvo alargado y pequeño, se cría enterrado en la arena a poca distancia de la orilla del mar o en las marismas y la desembocadura de los ríos, por lo que su limpieza es un poco tediosa para poder quitarle toda la arena que suelen traer.
Las coquinas son realmente deliciosas y adictivas. Al ser tan finas es imposible no lanzarse al plato hasta acabar con ellas. ¡Son como las pipas!
Se hacen en unos segundos, ya que se abren en cuanto tocan el fuego. No conviene tenerlas mucho tiempo cocinándose, porque se quedan secas enseguida.
Hoy vamos a contarte cómo cocinar coquinas, también llamadas tellinas o tellerinas. Y, en algunos lugares, conocidas popularmente como “pipas del mar”, a causa de su parecido con las pipas de girasol.
Poner las coquinas a remojo
El primer paso para cocinar unas deliciosas coquinas o tellinas se hace sin fuego. ¿En qué consiste? En dejarlas en remojo de agua con sal para que expulsen los posibles restos de arena que puedan contener. Ten en cuenta que las coquinas son moluscos bibalvos que habitan en la arena de la playa, así que suelen tener tierra en su interior.
Prepara un cuenco con agua fría, añade un buen puñado de sal e introduce las coquinas. Si vives cerca de la playa, es una buena idea coger agua del mar para hacer este paso. Déjalas al menos 30 minutos (si puedes una hora, mejor). Si ves que cuando pones las coquinas en el agua salen burbujitas, buena señal. Significa que están vivas y son muy frescas.
Para retirar las coquinas del agua, cógelas con las manos o con un colador sin tocar el fondo del cuenco, donde se habrá precipitado la arena. Si vuelcas el cuenco para pasar las coquinas a un colador, lo que estarás haciendo es tirarles por encima la arena que hayan expulsado.
Cocinar las coquinas
Al vapor o salteadas se hacen en un pispás y quedan muy buenas, porque la receta respeta todo su sabor. Simplemente, pon un poquito de agua en una sartén amplia al fuego, agrega un poquito de aceite y pon las coquinas. Si te gusta su sabor, puedes poner una hoja de laurel en el agua. Verás que, cuando el agua empiece a hervir, las coquinas se irán abriendo.
Apenas necesitan unos segundos de cocción, porque son un marisco de pequeño tamaño, así que debes ir sacándolas en cuanto veas que se abren. Pásalas a una fuente, espolvoréalas con pimienta negra recién molida y añade sal en el caso de que sea necesario (ten en cuenta que han estado en remojo en agua salada). Si quieres, puedes espolvorearlas con perejil picado.
Por último, un buen chorrito de aceite de oliva virgen ¡y a la mesa!
Alternativas si tienes unos minutos más
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- Puedes preparar una salsa verde con la que bañar las coquinas una vez las hayas abierto al vapor.
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- Haz un sofrito de cebolla y pimiento picados muy pequeños (puedes añadirle ajo si te gusta) y cuando estén bien pochaditos, mézclalos con las coquinas. Si quieres una salsa más fina, tritúrala antes de añadir el marisco.
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- Coquinas con huevos revueltos. Una maravilla de receta. Cuando tengas las coquinas abiertas, casca unos huevos y cuájalos mezclados con las coquinas, removiendo bien. Salpimienta y listo.
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- Prepara una salsa con el agua de cocción. Primero, cuélala para que no tenga restos de tierra. Vuelve a ponerla en la sartén, agrega un chorrito de vino blanco y deja hervir para que se evapore el alcohol. Agrega una cucharada de harina (también puedes usar maicena) y remueve hasta que la salsa haya engordado un poco.
Telleinas congeladas
Se hacen en unos segundos, ya que se abren en cuanto tocan el fuego. No conviene tenerlas mucho tiempo cocinándose, porque se quedan secas enseguida.
No te aconsejamos que las pongas directamente sin congelar, porque el agua de la congelación hará que en lugar de freírse, se cuezan y pierdan su textura jugosa.
Es mejor descongelar las coquinas unas horas antes (en el frigorífico), escurrirlas y secarlas antes de cocinarlas. Si no tienes tiempo, puedes ponerlas en un cuenco con agua y sal unos minutos, antes de escurrir y secar.
Os dejamos una deliciosa y fácil receta con nuestras coquinas. Coquinas al ajillo:
Pones un chorrito de aceite de oliva virgen extra en una sartén.
Añades un diente de ajo laminado y cuando esté empezando a dorarse, incorporas las coquinas, con el fuego fuerte.
Tapas unos segundos y vas sacando las que se vayan abriendo para que no pierdan su jugo.
¡Disfrutarás de unas sabrosas coquinas y un aceite en el que será imposible no mojar pan!