Ingredientes:
- 1 pollo entero y limpio
- 300 ml de vino blanco
- 1 limón
- 6 dientes de ajo con piel
- Aceite de oliva
- Sal
- Perejil fresco
- Especias y/o hierbas al gusto (por ejemplo: comino, tomillo, pimienta, curry, orégano, pimentón)
Instrucciones:
- Lava muy bien el pollo y límpialo. Sazónalo por dentro y por fuera con sal y las especias que desees utilizar. También puedes frotar el pollo con aceite de oliva para que quede más jugoso y tenga un mejor dorado.
- Corta el limón en trozos y colócalo en el interior del pollo.
- Cubre el pollo con papel film o envuélvelo en una bolsa de plástico y déjalo marinar en la nevera durante al menos 24 horas para que absorba los sabores.
- Pasado el tiempo de marinado, saca el pollo de la nevera y déjalo a temperatura ambiente durante unos 35 minutos antes de cocinarlo.
- En una cazuela u olla grande, calienta un poco de aceite de oliva a fuego alto. Dora el pollo por todos los lados hasta que esté bien dorado.
- Baja el fuego a medio-bajo y añade el vino blanco y los dientes de ajo con piel a la cazuela. Deja que el vino se reduzca durante un minuto.
- Cubre la cazuela con la tapa y cocina a fuego medio-bajo durante 20 minutos.
- Pasados los 20 minutos, da la vuelta al pollo y agrega las patatas, cebolla y pimiento como guarnición si lo deseas. Cubre nuevamente con la tapa y continúa cocinando durante aproximadamente 40 minutos más, o hasta que el pollo esté bien cocido. El tiempo de cocción puede variar según el tamaño del pollo, así que asegúrate de que esté completamente cocido antes de retirarlo del fuego.
- Retira el pollo asado con su guarnición de la cazuela y déjalo reposar durante unos cinco minutos antes de trincharlo.
- Sirve el pollo asado con su guarnición en una fuente y adereza con sal y pimienta negra al gusto.
Ahora puedes disfrutar de un delicioso pollo asado sin necesidad de encender el horno. ¡Buen provecho!