El maestro Ramón Rabasó Figuerola nació en Els Pallaresos (Tarragona) el día 17 de enero de 1878 y falleció en El Catllar (Tarragonès) el día 3 de diciembre de 1957 a los 79 años de edad.
De familia humilde, sus inicios fueron como ayudante en las principales cocinas catalanas. Su espíritu progresista y su marcado carácter y personaliudad favorecieron su ascenso y promoción.En 1896 viaja a Francia y conoce el París gastronómico impregnado del espíritu del gran Marie-Antonie Carême, que había sentado las bases de la cocina, que, con el transcurso del tiempo, fueron relevadas por otro gran maestro: Auguste Escoffier.Vive las grandes transformaciones arquitectónicas, movimientos culturales y cambios sociales que hervían en la ciudad de la luz a finales del XIX. Se forma en todo lo relacionado con el aprendizaje del oficio y experimenta la dureza de las cocinas de leña o de carbón de aquella épocaEn 1900 embarca rumbo a la República Argentina, escapando de las condiciones precarias y difíciles que ofrecía la situación política que entonces vivía la península. El 6/5/1909 organiza una minuta escrita en francés, del Royal Hotel de la ciudad de Bahía Blanca. Participó en la formación y creación de la “Federación Gastronómica Argentina” (1911-1914). La proximidad con la República de Uruguay fue decisiva para divulgar y compartir su conocimiento en este país, ejerciendo “temporada” en 1914 en el Hotel Positos de Montevideo.
De carácter y espíritu liberal progresita siempre manifestó su ideología republicana. El equipage del joven contenía un buen número de recetas y anotaciones de su etapa parisina y un tesoro que con el tiempo le serviría para preparar y escribir su propio libro: la “Guide Culinaire” del maestro Escoffier (1903). La dificultad para obtener la obra y el hecho que estuviese escrita en francés, fueron razones fundamentales para iniciar la traducción y adaptación de la obra a las características e idiosincrasía de la cocina porteña y criolla del nuevo continente.
Así, en 1920, se aventuró en una iniciativa personal donde realizó las funciones de Autor y Editor de las anotaciones guardadas y pudo publicar en Tarragona la primera edición de la OBRA(Imprenta Pere Pijoan -Archivo Histórico de Tarragona – 1920). En la primera edición del trabajo se presentaban un total de 2.400 recetas en 420 páginas.Eran los tiempos de máximo explendor gastronómico del nuevo Buenos Aires que había acogido una importante cantidad de inmigrantes procedentes de Europa, principalmente España e Italia. La amplia presencia de paisanos catalanes en esta tierra (Escudé, Freixa, Trull …) y la valoración de sus colegas argentinos, favorecieron el conocimiento y divulgación del trabajo.

A mis colegas:
“Después de haber alcanzado un éxito positivo y agotada ya rápidamente la primera edición de EL PRÁCTICO, tengo que agradecer a todos los lectores por haber aceptado un libro ideado por un simple obrero y de méritos reducidos; pero estaba seguro que prestaría grandes servicios no sólo a los grandes y medianos profesionales del ARTE CULINARIO, sino también a los pasteleros, cocineros, maîtres d´hôtel, camareros o mozos, etcétera. La segunda edición es obra de muchos meses de trabajo, por el motivo de su transformación y aumento hasta cinco mil recetas, comprobadas y de verdadero origen. He cumplido la promesa a mis colegas, y los motivos de su tardía publicación está en el conjunto de la obra, para que cada uno pueda juzgar si realmente este libro es merecedor de ser un verdadero compañero inseparable de todos los que de dedican al ramo de la alimentación. Su autor cree que sí. Así lo espera.
R. RabasóEl libro se podía encontrar en tres puntos de venta: la Cámara Sindical de Cocineros y pasteleros, la Librería de Joaquín Santayí y el Comercio de utensilios de cocina, de los señores Baccon y Corbella, todos en Buenos Aires.
El maestro aprovechó la ocasión para reivindicar su catalanidad y sobre todo los vinos de la población de “El Catllar”, que unos años después sería su población de acogida. Hay otros menús “especiales”, cómics y satíricos: menú “para mecánicos”, “para constructor o arquitecto”, “para estancieros” y uno muy especial, el dedicado “para Republicanos españoles”.
Durante los años de transición política y conflicos civiles en España mantuvo correspondencia (hasta cuatro cartas) donde queda de manifiesto la admiración y respeto a la figura deManuel Azaña, fundador del partido Izquierda Republicana, presidente del Consejo de Ministros y posteriorment presidente de la República, todas ellas contestadas por Azaña de su puño y letra.
Pero el maestro seguía trabajando y el 20 de abril de 1941 se imprime la tercera edición, aumentada, con un total de 5.250 recetas. Siguió cumpliendo todas las funciones autor-editor-distribuidor y como en la edición anterior, el autor se dirige a sus colegas:
“Su valor está comprobado por la cantidad de firmas de renombrados colegas jefes de cocina, los cuales tuvieron la gentileza de juzgar mi obra, mandándome su testimonio de aprobación, lo cual agradezco con toda sinceridad. Esta tercera edición ha sido corregida y aumentada con muchas recetas nuevas y con 50 menús de varias categorías. Estas mejoras serán de gran utilidad para todos; por lo tanto, espero que el gremio sabrá apreciarlos dándoles su justo valor”.R. RABASÓ

“A MIS COLEGAS Y AMIGOS:Después de casi 50 años de residencia en la República Argentina, donde me dediqué al trabajo de nuestro Arte, he tenido que ausentarme del país, para radicarme en mi tierra natal en España, Catalunya.Por este motivo, vendí al amigo y colega señor Fernando Aneiros, los derechos de autor. Referente al mejoramiento de la obra, todo el gremio gastronómico en general, ha podido comprobar, que cada nueva edición ha sido aumentando con muchas nuevas recetas.Pues bien camaradas de América y en particular los de la República Argentina y los de la República Oriental del Uruguay, allá, lejos de ustedes, en aquel rincón querido de España, donde pienso pasar el resto de los pocos años que me quedan de vida, podeís estar seguros que, mientras viva, guardaré un grato recuerdo de todos ustedes, por haberme honrado con vuestra amistad y por haber aceptado mi obra como un fiel compañero de trabajo.Y por fin, os recomiendo seguir el camino recto, que conduce al progreso social de todos los trabajadores y tratar siempre de aprender más, para poder llegar a ser todos obreros competentes en todo cuanto abarca el Arte de la Alimentación.R. RABASÓ”
.El maestro Rabasó murió el día 3 de diciembre de 1957. Así se acaba la figura de un profesional de los fogones que con su obra ayudó a muchas futuras generaciones en su formación en el arte de los fogones.