La cocina es el alma del hogar, el lugar donde se cocina para toda la familia o para visitas y amigos. Que sea cómoda y funcional es un objetivo fácil de conseguir sin renunciar al diseño, solo hay que seguir una serie de consejos
Comer saludable debe ser una obligación a la hora de preparar los platos del día a día. Pero para cocinarlos y que la tarea no resulte agotadora, se necesitan cocinas cómodas, prácticas y funcionales. Esta zona se convierte, por tanto, en una estancia clave del hogar, un lugar donde se fabrica la felicidad de los componentes de un hogar.
Este lugar es donde se prepara la comida, pero también un espacio común que se utiliza cada vez más como punto de encuentro social entre familia y amigos. Lejos quedó la imagen del cocinero o anfitrión, aislado en la cocina, que se perdía todas las reuniones.
Los diseñadores, interioristas, arquitectos y especialistas en cocinas, como Plastimodul, lo saben. Por eso, entre sus soluciones para cocinas modernas, con propuestas muy interesantes se encuentran las diferentes fórmulas de distribución modular. El resultado que se persigue no es solo estético, sino que sean útiles y cómodas a la hora de trabajar y poder elaborar las recetas más jugosas con verdadero placer.
Conseguir la distribución perfecta para el espacio
Antes de pensar en el diseño de la cocina o empezar cualquier reforma es necesario estudiar detenidamente una distribución que permita que el espacio disponible quede organizado de la mejor manera posible. Entre los elementos que la componen no pueden faltar los armarios, los fogones, los electrodomésticos, las instalaciones de agua y luz, etc. Todo debe estar perfectamente planificado para evitar errores.
El espacio del que se dispone tiene que estar distribuido de tal forma que se puedan realizar todas las tareas con facilidad: cocinar, almacenar, las reuniones familiares o con amigos, etc.
Hay que asegurar una buena distribución de la zona de trabajo, con el suficiente espacio libre para moverse libremente y trabajar con seguridad en ella. Según los metros cuadrados disponibles, se pueden elegir cocinas en “L”, lineales, en paralelo, en “U” o en Isla.
Disponer del suficiente espacio de almacenaje
Muchas cocinas consiguen un excelente acabado estético, pero presentan la dificultad de no tener la suficiente capacidad de almacenamiento. Nuevos aparatos y utensilios útiles para el hogar llegan y no se sabe muy bien qué hacer con ellos. En los catálogos de Plastimodul, se encuentra la solución a todos estos problemas.
Existen múltiples soluciones de almacenamiento para la cocina: cajones extraíbles, armarios columna, estanterías, ganchos en la pared, sistemas modulares, zona inferior de las islas… Después solo quedará encontrar un lugar para cada cosa, para que siempre esté en su lugar y sea fácil de localizar cuando sea necesario.
Armarios de cocina para el almacenamiento
Los módulos de esquina o rincón para las cocinas resultan de gran ayuda si se instalan distribuidores interiores y herrajes extraíbles. Otro truco de almacenajes es aprovechar los zócalos del mobiliario inferior, donde se pueden colocar cajones extraíbles.
En la actualidad, son los sistemas de almacenamiento de armarios en columna uno de los más populares. Este tipo de armarios son los que mejor aprovechan toda la altura de la cocina, cuentan con una gran capacidad de almacenaje, y son ideales para integrar los electrodomésticos. El resultado estético es muy atractivo y moderno.
Hoy día también se encuentran soluciones para el almacenaje en vertical por medio de ganchos, ventosas o imanes. Resultan ideales para sartenes u otros utensilios de cocina que se pueden colocar en el interior de las puertas o vistos en el exterior, así como en mini estantes para incorporar en encimera… por poner solo un par de ejemplos. Las posibilidades son muy variadas, prácticas y funcionales, pero adaptadas al gusto de cada cliente.
Conseguir una buena iluminación
Además de una buena distribución y organización, una cocina ideal para trabajar necesita estar bien iluminada. Un buen diseño, en este sentido, depende de los metros cuadrados, la ubicación, los colores, la distribución, las actividades que se llevan a cabo en ella, la entrada de luz natural… La iluminación debe garantizar un espacio cómodo y seguro para trabajar.
Para conseguirlo, se necesitan diferentes tipos de luz. Una iluminación general para ver y desplazarse por el espacio, como los focos de techo que ofrecen una luz homogénea.
La iluminación focal se reserva para las zonas de trabajo, sobre la encimera para preparar los alimentos o sobre la zona de cocción. Se pueden instalar, por ejemplo, tiras led en la parte inferior de los armarios superiores para iluminar la encimera.
Las lámparas colgantes para la isla o la mesa son ideales para dar un toque de estilo y distinción y acabar con las cocinas monótonas. También se puede utilizar puntos de luz estratégicos, como en baldas, cajones, vitrinas… que crean un ambiente agradable y funcional.
Por último, cada vez es más habitual hacer uso de la iluminación indirecta, oculta en techo, encima de los muebles, que consiguen un efecto estético de gran impácto.