Cebollas con mantequilla y miso en tostada

Para prepararlo necesitas un horno, pero seguro que también puedes conseguir buenos resultados en una cazuela a fuego lento, tapada primero y destapada después; aunque en ese caso se perderá el detalle de los bordes tostados. Además de ponerlas sobre una tostada para tomar en un desayuno o cena -acompañada, por ejemplo, de una crema de verduras y un huevo-, puedes servir estas cebollas con pollo asado, sobre un puré de patata o boniato con huevo o salchichas o usarlas para acompañar unos fideos udon. Con las propuestas de Ottolenghi no hay fallo: vas a querer prepararlas a kilos y comerlas a cada momento.

Preparación

Si sabes pelar cebollas y salsear, sabes hacerlo.

Ingredientes

Para 4 personas

Preparación

  1. Calentar el horno a 240 grados, con aire si lo tenemos. Cortar las cebollas por la mitad a lo largo, recortando un poco la parte superior pero intentando dejar la base entera para que no se separen.
  2. Batir la mantequilla, el miso y un litro de agua tibia hasta que estén perfectamente integrados.
  3. Distribuir las mitades de cebolla, con el lado cortado hacia abajo, en una bandeja de horno donde quepan sin apiñarse. Añadir la mezcla de agua, mantequilla y miso y cubrir bien con papel de aluminio. Hornear durante 35 minutos, retirar el papel de aluminio y voltear las cebollas para queden con el lado cortado hacia arriba.
  4. Salsear bien y cocinar sin tapar durante 45 minutos, mojándolas con salsa cada 10 minutos, hasta que estén muy tiernas y de color marrón oscuro. Si tu horno tiene mucha potencia, bájalo unos 20 o 30 grados.
  5. Servir sobre las rebanadas de pan tostadas, si se quiere con un poco de pimienta y perejil picado.
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